Rumbo a los Premios de la Academia 2015 (Parte II): Caso Joaquin Phoenix

*Advertencia: a continuación, palabras de una fan enamorada:

Joaquín Phoenix es mi actor favorito. No sé por qué. Tal vez por esa onda misteriosa y cargada de espontaneidad que tiene, o por su locura que-a estas alturas-deberíamos asumir que es auténtica (y muy necesaria dentro del artificial mundo "hollywoodense") 

Sé la biografía de Joaquín Phoenix. Puedo escribir sobre su niñez, sus padres hippies, su hermano mayor que falleció en medio de una penosa escena, de sus primeras películas y de la primera vez que lo vi en la pantalla interpretando un papel de muy joven junto a Nicole Kidman en To Die For (1995)



*Si llegaste hasta acá sin espantarte por mis palabras de groupie, ¡gracias!. Ahora sí-tratando de ser objetiva- puedes continuar:

Este año Joaquin Phoenix no está nominado a los Premios de la Academia por su actuación en Inherent Vice (2014) La Academia le debe un premio desde que fue nominado por su papel de Jhonny Cash en Walk The Line (2005) Esto se pudo subsanar en la ceremonia del año pasado con Her (2013) e incluso con The Master (2012), sin embargo factores como su excéntrico comportamiento con la prensa, sus convicciones pro veganas que pueden resultar muy polémicas en ocasiones, y-bueno-la alta competencia tampoco le ha favorecido. Sin embargo, Joaquín aún afima que "el papel de su vida" está por venir.  


A propósito de Inherent Vice, que ha conseguido 2 nominaciones a los Oscar, y de los papeles que Joaquín ha estado escogiendo últimamente, Doctor Sportello (Joaquín Phoenix) es el personaje principal que a pedido de su ex novia, se ve envuelto en un caso de investigación a un magnate de bienes raíces. Ambientada en los años 70 y bajo los efectos de la droga en todas sus versiones, los casos se van entremezclando hasta que se vuelven confusos. A partir de la última hora se puede ir viendo un hilo conductor entre los personajes quienes salidos del ambiente hippie y psicodélico van presentando la trama de modo natural.


Esta película refleja una serie de coyunturas que dan soporte a la historia: el boom de las construcciones inmobiliarias, el uso y abuso de las drogras, y con ello del sexo, los casos de asesinatos por sectas como la de Charles Manson, el tráfico de dinero, la corrupción policial, el clásico policías y ladrones, el FBI, el entramado amoroso entre Shasta y Dr. Sportello y la particular relación con Penny (la abogada que finge no conocer a Sportello en público)

Si esta película te engancha, querrás verla de nuevo. No es una película fácil, valga decirlo. No es para todos los gustos y puede desanimar en la primera media hora. Si no te gusta, no hay problema.

A mi me pareció algo extenuante la primera hora, la quería parar, no entendía la trama y los personajes me parecían chiflados. La paré a la hora y media, luego le di otra oportunidad. Esta vez, prestando atención a los diálogos. Reconocí las escenas hasta que llegó la participación de Owen Wilson y dije ¿Qué tiene que ver este loco acá? ¿Qué pinta el Golden Fang? ¿Qué onda que sea un barco? ¿De qué hablan Dr. Sportello y Bigfoot? No pude continuar viéndola online, así que la compré en DVD y nuevamente me enganché hasta la parte en donde Dr. Sportello y Shasta hablan en medio de una escena muy intensa que me hizo tener los sentidos activados para el final. Sí, esta peli me hizo sufrir. Creo que hay que mentalizarse para tramas de este tipo.

Dale un chance.

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Este post pertenece a la sección Cine+Música. En este mes, con especial atención a las películas nominadas a los Premios Óscar en cualquier categoría. 

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