Es mi última travesía hacia San Juan de Miraflores en la R-28. Voy
escuchando la discografía de Kinky, mientras me dirijo hacia el paradero “Electro”,
esperando bajar junto a los últimos sobrevivientes del carro, quienes al igual
que yo trabajan pasando la zona financiera. Kinky suena y por ratos siento que
suelta frases que se amoldan a la coyuntura.
Si la memoria no me falla, recuerdo
haber escuchado por primera vez a la banda mexicana Kinky en el 2003. Era mi último año en la secundaria y
después de hacer las tareas corría a mirar en la tele un canal de cable
mexicano llamado Telehit. Era mi
canal musical preferido, incluso por encima de un ya decadente MTV. Recuerdo
mucho el video de la canción Soun Tha Mi
Primer Amor, el lunar de Gil Cerezo y
las presentaciones en vivo que se transmitían en ciertas ocasiones.